José María Benlloch, profesor de Investigación del CSIC y director del Instituto de Instrumentación para Imagen molecular,  realizó una conferencia en la Fundación Ramón Areces sobre ‘Nuevas perspectivas en diagnóstico y terapia mediante métodos físicos’.

 

En esta conferencia se presentan de forma sencilla y breve las nuevas tecnologías en diagnóstico por Imagen y Terapia que se están desarrollando en el I3M, Instituto de Instrumentación para Imagen Molecular, centro mixto CSIC-Universidad Politécnica de Valencia, así como en otros centros de investigación de excelencia en Europa y Estados Unidos. Las nuevas técnicas del I3M tienden a democratizar el uso de la imagen y terapia médicas de forma que se puedan extender a toda la población mundial, en línea con los objetivos de la Organización Mundial de la salud.

La imagen por resonancia magnética (MRI) de bajo campo, junto métodos de post-procesado basados en la Inteligencia Artificial (IA) no generativa, está permitiendo obtener imágenes del cuerpo humano de calidad mediante equipos portátiles con imanes permanentes. Dichos escáneres se pueden utilizar para el diagnóstico y cribado de numerosas enfermedades a un coste significativamente inferior a los equipos convencionales de alto campo.

Los ultrasonidos (US) focalizados de alta intensidad (HIFU) han demostrado su beneficio en el tratamiento del temblor esencial y en la enfermedad de Parkinson. Pero los US también pueden utilizarse para abrir de forma precisa y controlada la barrera hemato-encefálica con la finalidad de introducir vectores o fármacos en regiones localizadas del cerebro. Además, los US pueden estimular el cerebro en zonas específicas (que controlan funciones motoras o del habla) para una recuperación más rápida después de un accidente isquémico. Finalmente, los ultrasonidos han mostrado su eficacia para estimular el sistema inmune en su respuesta frente al cáncer.

La tomografía por emisión de positrones (PET) de cuerpo completo debe reducir sustancialmente sus costes para utilizarse de forma universal. Sin embargo, sus aplicaciones son muy numerosas y relevantes en oncología, para predecir la eficacia de los tratamientos como la inmunoterapia. Nuevas técnicas de rayos X cuyo principio consiste en medir la pequeña difracción que sufren los rayos X al atravesar el organismo (y no la absorción utilizada actualmente en los equipos comerciales) permiten diagnosticar, por ejemplo, ciertas enfermedades pulmonares que no se detectan con los métodos convencionales. Finalmente, el tratamiento mediante la combinación de moléculas directoras y radioisótopos ha demostrado ser muy eficaz en el cáncer de próstata terminal y tumores neuroendocrinos.

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